Siempre en Mi Corazon Estas

Siempre en mi corazón estás
Con tu voz de bajos profundos
Con las agudezas atipladas de tus sentidos
Espuma blanca de las teclas de mis poemas
Tu presencia es una llama que me llena
El día a día de mi corazón que calla.

Cuerdas en el aire con la sonoridad del viento
Mi canto languidece sobre las ramas secas
No podrán volar en este invierno
el murmullo de mi alma en sus horas huecas
guarda sus retoños para la primavera
lamiendo el polvo de su estéril suelo.

Siempre en mi corazón estás y me consuelas
sonido de vida inquieta y vespertina
mañana de solsticio colmadas en bemoles
que no podrán languidecer ni con sombras ni luceros.

Se ha girado la llave sobre la cerradura de mis sueños
conservando en sostenido las melodías indiscretas
para que queden flotando dentro de su recinto
de éste, mi corazón sediento.

Siempre en mi corazón estás
Y en él perdurarás en rebeldía indiferente
marcando el final de mis horas y mis días, supuestamente.
Música de vida
Canto de silencio disidente.